viernes, 24 de junio de 2016

IMAGEN 4 - Caballeros

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La imagen de su rival aparecía troquelada a través de las ranuras del yelmo. Respirar se convertía en un acto de desesperación y su resolución vacilaba. El caballero contuvo el aliento un instante, clavó las espuelas en el flancos sangrantes del caballo y bajó su lanza. El animal sintió el dolor y comenzó un galope desenfrenado hacia el contrincante con los cascos repicando en el suelo manchado de sangre y las gotas de sudor cayendo por su costado. La lanza impactó bajo el casco del segundo jinete quebrándose en mil pedazos; éste cayó al suelo y, en medio de un charco de sangre, ladeó su cabeza dejando sus ojos abiertos.

El caballero bajó de su montura y desenvaino su espada con un movimiento pesado, colocó el filo sobre la boca abierta de su contrincante y empujó con todas sus fuerzas. La espada atravesó el cráneo y se clavó en el suelo. En ese instante se subió la celada del yelmo y las lágrimas que corrían por su rostro hablaban de la pena por la muerte de un hermano.

sábado, 18 de junio de 2016

IMAGEN 3 - Zulú

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La sangre bañaba su cuerpo oscureciéndolo aun más. El isihlangu estaba destrozado y el iklwa goteaba sangre formando un charco rojo y denso en la reseca tierra. El guerrero zulú extendió sus brazos y lanzó un fuerte "ssgui"que indicaba la victoria sobre su enemigo. Su pueblo se retiraba a las montañas y el blanco de chaqueta roja y salacot blanco que yacía muerto a sus pies, no los acosaría más.

Pasado el momento de arrogancia, el guerrero sonrió clavando su mirada en la herida que tenía en el costado. La bala calibre 45 del rifle Martini - Henry había penetrado el pulmón y la vida se le iba en cada respiro. Sus dedos se aflojaron y el iklwa llegó al suelo con un golpe metálico, mitigado por la sangre que comenzaba a filtrarse entre las resecas grietas de la tierra sedienta.
El guerrero zulú se derrumbó sin vida y la sonrisa de victoria seguía esculpida en su rostro.

viernes, 17 de junio de 2016

IMAGEN 2 - Vikingos

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El drakkar ardía con furia. La batalla estaba perdida y el camino hacia Valhalla parecía abierto. El viking observó largamente la lanza que atravesaba su hombro, miró a su contrincante, alzó el hacha de dos filos y se lanzó sobre su enemigo. El chasquido seco del cráneo hundiéndose cubrió por un instante el crepitar de las llamas.

Una neblina rojiza cubrió su rostro y el viking cayó de rodillas. Lentamente se quitó el casco, lo depositó sobre la cubierta ardiente y una sonrisa diabólica se dibujó en su rostro. Su clan se extinguía con él y la gloria de morir en batalla convertía su último aliento en el mejor de su vida.

IMAGEN 1 - Guerrero

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El guerrero miró hacia su derecha. El enorme puño del contrincante se estrelló en su mentón. Desde ese momento su mundo comenzó a girar y a hacerse más pequeño y simple. La oscuridad llegó y su conciencia se apagó, sencillo como el círculo de una gota cayendo en el agua calma.

El segundo hombre se dio vuelta y observó a su alrededor. El silencio del bosque contrastaba con su respiración entrecortada. Se inclinó y recogió la espada del suelo. Miró el cuerpo que yacía ante él y se acercó. Sopesó el arma y con un movimiento rápido separó la cabeza del tronco. Al principio lentamente y luego más rápido la sangre fluyó a raudales formando un charco en el suelo cubierto por las hojas de otoño.

miércoles, 6 de abril de 2016

BATMAN VS. SUPERMAN - Dawn of Justice

Y el día que pensé que los videos de música hechos para generar crisis epilépticas eran cosa de los japoneses, vi “Batman Vs. Superman”. Zack Snyder logró convertir al Hombre Murciélago en un streaper cincuentón pasado de esteroides, rodeado de luces y agujeros negros donde el guión se pierde hasta dejar al espectador asombrado de tanta tontería filmada. Un Ben Affleck rescatable, defiende con algo de sobriedad una producción que pierde los primeros tres cuartos de celuloide en disquisiciones vernáculas, donde Superman, interpretado por un intrascendente Henry Cavill, sostiene conflictos freudianos tan alejados del personaje como Lindsay Lohan de una vida sin drogas. La seriedad de Jeremy Irons, que interpreta el rol secundario de Alfred, aporta algo de oscuridad a un filme lento y sin lógica, donde un mayordomo avinagrado y algo alcohólico se destaca sin tapujos. Snyder hizo lo que solo Clooney junto a Joel Schumacher habían hecho hasta ahora, convertir una película de superhéroes en 151 minutos de aburridas explosiones sin mucho sentido, con un Superman conflictuado y su contraparte enmascarada soñando un futuro de peleas que se resuelven sólo con un nombre, Martha (agujero de guión). Los efectos son muy buenos, pero el aburrimiento que generan los tres cuartos iniciales de la película y la manifiesta falta de imaginación del guionista en la resolución del conflicto entre un Batman cazador y un Kal – El presa, restan diversión a una película que prometía. Hasta la próxima MP

martes, 7 de abril de 2015

Ella y nosotros

La elección del tema me llevó más tiempo del que había supuesto, pero como escribió Rider Haggard en Las Minas del Rey Salomón: “Cuando uno ha estado dándole vueltas mucho tiempo a una idea, el último instante resulta decisivo. Antes de avanzar, sabía ya lo que pensaba hacer.“ Entonces recordé que hace unos días me detuve a observar algunos animales en un parque. En el pasto estaba echada una perra de respetable tamaño, con aspecto perezoso y satisfecho. No pude evitar pensar en las causas de la gran corpulencia, el extraño esbozo de sonrisa que tenía en su hocico y la traza pícara que delataban, sin margen de duda, a un ser feliz. En una de esas extrañas digresiones del pensamiento, realicé un paralelismo de los distintos significados que pueden tener la palabra felicidad, para las personas y los animales. Para esta perra, sin muchas dudas, su felicidad era disfrutar de una tarde de sol, jugar con algún niño y mirar, entre suplicante y cómplice, a los que se pasean por el parque con una bolsa de posible alimento. Entonces me pregunté ¿qué cosa, persona, situación o contexto contribuye a mi felicidad? Es curioso como esta reflexión me acompaña logrando disfrute de las pequeñas cosas que, en esencia, hacen nuestra vida. Todos los días sigo la sigo viendo, echada en el pasto cuando hay buen clima o resguardada bajo un balcón en días más inhóspitos. Cada mediodía hace de escolta a los que van a realizar pequeñas compras en un comercio cercano, con la esperanza de recibir algo de comida, la cual siempre tiene, o una gran caricia. Este ser de rabo ondulante y mirada cómplice acompaña cada movimiento que hago por su territorio, compartiendo todos los días un poco de su felicidad de estar viva. Hasta la próxima MP

jueves, 23 de abril de 2009

ENTRE EL BIEN Y EL MAL (APPALOOSA)

Contar historias no es un asunto para cualquiera. Mucho más si se trata de construir un relato en un género que marcó la producción hollywoodense desde sus principios. Lo milagroso es que si juntamos personas con talento y experiencia todo es posible. Luego de ver “Entre el Bien y el Mal” (Appaloosa), esta idea se hace más firme.
Dos veteranos pistoleros interpretados por Ed Harris y Viggo Mortensen llegan a un pueblo en que la ley es impuesta por el terrateniente local magistralmente interpretado por Jeremy Irons. En el proceso de instaurar la ley, los dos pistoleros conocen una mujer cuya única meta en la vida es sobrevivir, papel actuado por una intrascendente Renee Zelweegger.
Ed Harris, que también dirige este extraño combo, le imprime a la historia todos los tópicos que han caracterizado al genero del western desde “La Diligencia” (Stagecoach) de John Ford. Los pistoleros que imponen el bien a fuerza de disparos, el malvado de carácter complejo y la chica bonita que, en este caso, se sale de los cánones tradicionales y pasa a ser un elemento desencadenante de la escena final de redención.
La fotografía enmarca magistralmente esta película cuyo guión simple y contundente evita las complejidades logrando algo que muchos realizadores intentan y no pueden: plasmar en la pantalla una historia sencilla.
A poco de conmemorarse el 30º aniversario de la muerte de una estrella de los westerns como John Wayne, esta película y la magnifica remake de “El Tren de las 3.10 a Yuma” muestran que este genero tiene mucho que aportar al cine, avanzando sin olvidar sus raíces.

Hasta la próxima

MP